martes, 30 de junio de 2015

Verano y pareja: cómo disfrutar y no 'enfadarse' en el intento

Llega el calor, el tiempo libre y en muchas parejas aparecen los problemas, pero ¿qué pasa?, ¿el verano y las vacaciones pueden hacer que nuestra relación de pareja se resienta?
Diferentes investigaciones apuntan que los periodos en los que se producen más divorcios y separaciones son los que siguen a las vacaciones de verano y navidad. ¿Es posible que nuestro tiempo de relajación y disfrute se convierta en nuestra peor pesadilla?, ¿a qué se debe? y lo más importante, ¿cómo podemos evitarlo?

Efectivamente el período vacacional es un foco potencial de conflictos y discusiones, para empezar disponemos de mucho tiempo libre que dedicamos mayormente a la familia y la pareja. Al no tener obligaciones ni otras 'vías de escape', nos vemos "obligados" a pasar  más tiempo en pareja y esto hace que seamos más conscientes de cómo es él/ella en realidad, en este punto suelen surgir tensiones, dudas y peleas.
Además tendemos a crear muchas expectativas en torno a las vacaciones y esto puede generar una gran desilusión cuando no las vemos cumplidas o no resultan exactamente  como esperábamos.

Algunos consejos a tener en cuenta si queremos disfrutar de nuestro verano y además reforzar nuestra relación de pareja:
  • En primer lugar, no idealizar demasiado las vacaciones para no desilusionarnos en exceso. Intentar descansar y disfrutar, para ello es importante la planificación y tener en cuenta a las dos partes, repartir las tareas y obligaciones para no sobrecargar a nadie.
  • Proponer actividades y planes conjuntos, teniendo en cuenta los gustos y preferencias de ambos. Hay tiempo para todo y compartir aficiones puede reforzar la relación ya que nos hace sentir que la otra persona se preocupa por nuestros intereses.
  • La convivencia continuada es una fuente de roces y enfrentamientos, por eso es importantísimo tener parcelas individuales. No hay que pretender hacerlo todo juntos, darse un respiro cada uno por separado es lo más sano y sensato, ya sea para realizar actividades, quedar con amigos o familiares,e incluso para cultivar la individualidad. El verano es un momento perfecto para dedicarse tiempo a uno mismo, reflexionar, descansar,...
  • También es un momento ideal para trabajar la COMUNICACIÓN , aunque se recomienda hacerlo durante todo el año, las vacaciones pueden convertirse en una buena ocasión  para sentarnos a hablar con nuestra pareja, ponernos al día, contarnos nuestros sentimientos, planes, proyectos, expresar nuestros deseos y necesidades abiertamente, evitando esperar que la otra persona adivine lo que se nos pasa por la cabeza.
  • Focalizar las cosas POSITIVAS de nuestra pareja y de nuestra relación. En las relaciones a largo plazo es fácil que vayamos olvidando las virtudes que nos enamoraron del otro/a y sin embargo, cada vez nos parece descubrir más defectos en él/ella. Hacer un esfuerzo para fijarnos y valorar las cosas buenas que tiene o hace puede ayudarnos a redescubrir al otro y a minimizar las cosas negativas.
  • En el plano sexual, las vacaciones permiten disfrutar el uno del otro sin prisas,se convierten en  un oasis perfecto para CREAR INTIMIDAD, ya que durante el resto del año puede verse mermada por el estilo de vida. Para trabajar la intimidad podemos:
    • Dedicarle tiempo a la sexualidad y darle la importancia que merece. Evitar las prisas y las distracciones.
    • Fomentar la erótica: buscar cosas excitantes como juegos, películas, libros,adquirir una actitud sensual y dejarnos llevar... Cualquier cosa que se nos ocurra y que nos resulte excitante.
    • Romper con la rutina. Buscar nuevas sensaciones, explorar nuestro mapa de placer, innovar...
    • Y por supuesto COMUNICACIÓN, si en la relación es importante, en el sexo particularmente es esencial. Aprender a expresar nuestros deseos y necesidades, tanto saber escuchar los del otro/a, hará nuestra vida sexual mucho más rica y placentera.
  • Intentar hacer una escapada en pareja, los dos solos. Si tenéis niños podéis enviarlos de campamento o dejarlos con algun familiar.
  • Romper con la rutina, cambiar de entorno y buscar actividades nuevas y excitantes.
  • Resolver los conflictos en el momento en que surgen, no los pospongáis. Esto es recomendable aplicarlo todo el año, así no vamos sobrecargando la mochila de problemas. 

Espero que estos consejos os sirvan de ayuda para disfrutar de un verano fantástico en pareja, si ponemos de nuestra parte puede que incluso la relación se refuerce durante las vacaciones, sólo hay que trabajarlo y tener una actutud positiva.

¡FELIZ VERANO!

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