miércoles, 15 de junio de 2016

Autoconocimiento como Empoderamiento Femenino




Este fin de semana ha sido especialmente provechoso.

He tenido el honor de asistir a las I Jornadas Nacionales de Sexología en Mérida organizadas por el Instituto Clínico Extremeño de Sexología, ICEXS, un encuentro profesional tan necesario como interesante en nuestro campo de intervención.

Las jornadas se han desarrollado alrededor de la Salud Sexual y la Calidad de Vida de las personas y junto a mis colegas hemos reivindicado, una vez más, la necesidad de una educación sexual integral de calidad y la importancia de la promoción de una sexualidad libre, placentera, positiva, responsable, basada en los derechos sexuales y humanos.


He tenido varias participaciones en las jornadas, pero sin duda mi favorita ha sido la realizada en la mesa redonda sobre violencia de género, donde abordé el tema de la importancia del autoconocimiento sexual para empoderar a las mujeres.







Una de las cosas que más me sorprendió al poner en marcha Pussycat fue descubrir a muchas mujeres que no sólo no conocian su propio cuerpo, sino que además, sus genitales y su propio placer  les producían rechazo, miedo e incluso repulsión. Podemos pensar que la falta de educación y la moral represiva que sufrieron nuestras madres y abuelas podrían ser las responsables, pero si rascamos un poco en la supercie nos damos cuenta que hoy en día no hemos avanzado tanto y nos encontramos con mujeres jóvenes que siguen teniendo los mismos prejucios, las mismas creencias erróneas en torno a su sexualidad y que nuestra sociedad sigue transmitiendo los mismos mitos y valores una y otra vez.


Entre los factores que determinan este desconocimiento sexual femenino podemos descatar la escasa o nula educación sexual a la que se le suma una herencia cultural que ensalza la pureza y la castidad en las mujeres.

Nuestra tradición judeo-cristiana está basada en la escisión entre el cuerpo y el alma, aportándole un mayor valor a lo espiritual. El dolor y el sufrimiento son valores positivos en esta ideología, mientras que el placer está penalizado. Esto puede desencadenar un miedo al placer (especialmente en la mujeres), ya que se considera algo negativo.





 

Vivimos en una sociedad heteronormativa, donde se considera lo "normal" a la unión entre un hombre y una mujer, menospreciando otros tipos de de uniones y orientaciones sexuales. Además, promociona un modelo relacional poco igualitario, perpetuando las relaciones de dominación masculina sobre la mujer. Antes teníamos los cuentos de princesas, hoy somos más modernas y leemos 50 sombras de Grey, pero el mensaje no ha cambiado nada..."mujer, quédate quieta y no llames la atención, ni se te ocurra explorar tu sexualidad que ya vendrá un hombre a salvarte y a decirte lo que te gusta".


Y este precisamente es el principal problema, que la mujer externaliza su deseo sexual. Nos han enseñado que nuestro deseo no es algo propio, sino que tiene que venir alguien a "despertárnoslo". Parece ser que los hombres tienen un instinto sexual casi animal, y que nosotras las mujeres sólo estamos aquí para calmar sus apetitos, pero que en realidad no nos interesa. ¡¡JA!! Este pensamiento propio del patriarcado que limitaba la sexualidad de la mujer a la reproducción y la satisfacción del varón se ha convertido en la cárcel de nuestro placer y puede llevarnos a situaciones de insatisfacción, de riesgo, e icluso de violencia sexual .

Como las mujeres no hemos recibido valores relativos a la sexualidad y al deseo, muchas veces tratamos de imitar la erótica masculina en busca de una identidad sexual sin mucho éxito, ya que en esto somos bastante diferentes. Al final seguimos comentiendo los mismos errores, valorándonos sexualmente en función de nuestra capacidad de atracción o seducción, dejando una vez más nuestra sexualidad en manos de otros.


Para prevenir estas situaciones propuse la promoción del AUTOCONOCIMIENTO SEXUAL como EMPODERAMIENTO FEMENINO.






La doctora  Vita Arrufat Gallén define a la perfección el autoconocimiento como "una autoexploración corporal consciente, exploración de los pechos y genitales tanto externos, como internos y autoexploración de nuestras sensaciones durante todo el proceso". Esto requiere cierta motivación personal y un trabajo de autoaceptación previos.

El autoconocimiento aumenta nuestra autoestima, ya que nos proporciona nuestro propio criterio. No tenemos que esperar a que nuestra pareja nos "enseñe" lo que nos gusta, nosotras lo sabemos y se lo enseñaremos a él. Permitidme que en este post sea un poco heterocentrista, ya que esta problemática es fruto de la tradición patriarcal heteronormativa y adquiere mayor riesgo en relaciones de poder hombre-mujer.






Entonces ¿qué es el empoderamiento?

No es tan común escuchar esta palabra fuera de los discursos feministas, pero es necesario que tod@s empecemos a conocerla, usarla y promoverla.

El empoderamiento por definión es " la toma de conciencia del poder que individual y colectivamente ostentan las mujeres y que tiene que ver con la recuperación de la propia dignidad de las mujeres como personas".
Yo lo entiendo como una reconquista de aquellas parcelas y derechos que se les ha robado a las mujeres durante años, como la apropiación de nuestro propio cuerpo que estamos abordando hoy aquí.

El empoderamiento sexual de las mujeres es individual, comienza en nosotras mismas, pero su puesta en común nos enriquece a todas. Compartir actitudes positivas en torno a nuestra sexualidad y romper con los mitos que la envuelven nos da fuerza como colectivo y permitirá que en futuro todas disfrutemos de nuestro cuerpo y nuestra sexualidad de forma libre, a nuestra manera.


Una vez más, la mejor forma de prevención es la educación. Hacer conscientes a todas las mujeres de los derechos que tenemos como personas, conocer e interiorizar nuestros derechos sexuales, que también son derechos humanos.
Brindar las herramientas y conocimientos necesarios para no permitir que se vulneren estos derechos.


Ya que los derechos sexuales se basan en la libertad, dignidad e igualdad, educar para que en nuestras relaciones afectivas se mantengan estos tres principios.


Desde Pussycat estamos especialmente comprometidos con esta causa y por ello a menudo proponemos talleres, charlas y actividades que mejoren el autoconocimiento sexual de todas las mujeres, para ayudar a libernos y a vivir nuestros cuerpos y nuestra sexualidad de manera libre, sin miedos y disfrutando de todo lo que pueden ofrecernos.


¿Y tú? ¿Te sientes empoderada sexualmente?